Este martes la agitación fue particularmente marcada en los corrillos financieros internacionales, en una especie de clímax a la tensión vivida en las semanas y meses precedentes; George Bush convocó a rueda de prensa para tratar de dar un mensaje de calma a los mercados ante el panorama económico que conjunta elevados precios del petróleo, una revaluación del euro y el rescate de dos jugadores de peso en el mercado inmobiliario estadounidense. Por otro lado, las bolsas de valores del mundo han persistido a la baja debido a la preocupación por la crisis hipotecaria americana y a los riesgos generalizados de inflación gracias al aumento constante de los precios del petróleo. Tal como numerosos analistas previeron hace meses, cuando se daba a conocer la caída del ramo inmobiliario en EU y se trataban de vislumbrar las repercusiones a mediano y largo plazo, en este momento la magnitud del problema se expande con intensidad a los mercados externos, aún los asiáticos que hoy son golpeados con fuerza: Mitsubishi Financial Group y Matzuho, los mayores bancos de Japón, ven caer el precio de sus acciones al estar expuestos ampliamente a la deuda emitida por las inmobiliarias en rescate. Las tasas de interés se mantienen en revisión a la alza hasta nuevo aviso en un intento por contener la inflación mundial, y el panorama económico global no pinta muy bien; ya que en México estamos ante la coyuntura política de la reforma energética, que busca segmentar a PEMEX para trasladar su propiedad a manos privadas, vale la pena analizar las repercusiones de este escenario de crisis en el contexto nacional.
El amplio sector que apoya la reforma energética (por servilismo al poder antes que por convicción, o por conocimiento siquiera del tema) ha mantenido una reprobable discrecionalidad sobre la misma, de forma que realmente la población mexicana desconoce los pormenores de esta iniciativa; el Canal del Congreso, donde se están transmitiendo los debates al respecto, no tiene cobertura general en la mayoría de los hogares del país, lo cual limita vía ignorancia la capacidad de opinión sobre el tema. Lo que sí se ha hecho es ejercer influencia mediática a través de los spots televisivos que ciertamente hablan de la necesidad de refinar en el país la gasolina y los hidrocarburos que se consumen, pero de forma facciosa y que no mueve a la reflexión sino a la persuasión pasiva. Los sectores de izquierda han mantenido el tema en la mesa de discusión gracias a su aún palpable poder de convocatoria; sin embargo en estos momentos su labor es fácilmente denostada debido al descalabro, también mediático, que en su momento ejerció el delirio de López Obrador al salir a tomar las calles, dañando sustancialmente la imagen del PRD ante la opinión pública y permitiendo así que se abrieran espacios para la concertación clandestina de posiciones con la derecha en el poder. En ocasiones anteriores este autor ha señalado a la falta de información por parte de la opinión pública como causa fundamental de la inmovilidad política; en este momento, el contexto económico debe servir de acicate para prestar atención a lo que se está haciendo en las mesas de debate y a lo que Felipe Calderón planea hacer con PEMEX, ya que hoy más que nunca se resentirán presiones desde EU para abrir la petroquímica a la inversión de capitales externos, dados los altos precios del petróleo. El consumidor de crudo por excelencia se ve en apuros con un gasto energético sumamente elevado, un dólar débil y la mitad de su sector inmobiliario en proceso de rescate; los efectos financieros en las bolsas del mundo encienden los focos rojos de las grandes corporaciones, y los jugadores yanquis del mercado energético que apostaron al proyecto de Calderón para hacerse con el mercado mexicano no desearán perder más tiempo. Si el debate no se legitima con la participación ciudadana objetiva, difundida, y sobre todo AMPLIA, la parafernalia actual de cuarenta y tantos días no habrá servido de nada.
La evolución de la tasa de rendimiento de los CETES a 28 días en el último mes se dio como sigue: 7.74%, 7.75%, 7.76%... y 8.02% el día de hoy; se espera que este viernes 18 el Banco de México eleve la tasa objetivo de 7.75% a 8%, motivo que generó esta reacción de “salto” en el mercado de valores. De otra parte, el crudo finalmente cerró hoy en baja marginal en los mercados internacionales, con 4 dólares de menos; la eliminación de la restricción de exploraciones en las costas estadounidenses (otra medida matutina de Bush) surtió este efecto igualmente marginal, pero ni este anuncio ni las medidas publicadas para el rescate de las inmobiliarias Freddie Mac y Fannie Mae surtirán en realidad un efecto paliativo sustancial. Este artículo empezó bosquejando el plano financiero internacional, con el fin de comentar el panorama de afuera para entender cómo influye en nuestro país, con un clima político enrarecido por disputas ideológicas en torno al destino de PEMEX y viciado por esa “cortina de humo” que tan bien ha ocultado hasta ahora los detalles de la iniciativa. Atender el llamado de la conciencia ciudadana y ser los legítimos auditores de la "reforma" no cuesta nada; entregar gratis a una poderosa petrolera (la nuestra) para que los neoliberales de Calderón hagan fortuna nos costará invariablemente la prisión del subdesarrollo y el colonialismo económico.
El amplio sector que apoya la reforma energética (por servilismo al poder antes que por convicción, o por conocimiento siquiera del tema) ha mantenido una reprobable discrecionalidad sobre la misma, de forma que realmente la población mexicana desconoce los pormenores de esta iniciativa; el Canal del Congreso, donde se están transmitiendo los debates al respecto, no tiene cobertura general en la mayoría de los hogares del país, lo cual limita vía ignorancia la capacidad de opinión sobre el tema. Lo que sí se ha hecho es ejercer influencia mediática a través de los spots televisivos que ciertamente hablan de la necesidad de refinar en el país la gasolina y los hidrocarburos que se consumen, pero de forma facciosa y que no mueve a la reflexión sino a la persuasión pasiva. Los sectores de izquierda han mantenido el tema en la mesa de discusión gracias a su aún palpable poder de convocatoria; sin embargo en estos momentos su labor es fácilmente denostada debido al descalabro, también mediático, que en su momento ejerció el delirio de López Obrador al salir a tomar las calles, dañando sustancialmente la imagen del PRD ante la opinión pública y permitiendo así que se abrieran espacios para la concertación clandestina de posiciones con la derecha en el poder. En ocasiones anteriores este autor ha señalado a la falta de información por parte de la opinión pública como causa fundamental de la inmovilidad política; en este momento, el contexto económico debe servir de acicate para prestar atención a lo que se está haciendo en las mesas de debate y a lo que Felipe Calderón planea hacer con PEMEX, ya que hoy más que nunca se resentirán presiones desde EU para abrir la petroquímica a la inversión de capitales externos, dados los altos precios del petróleo. El consumidor de crudo por excelencia se ve en apuros con un gasto energético sumamente elevado, un dólar débil y la mitad de su sector inmobiliario en proceso de rescate; los efectos financieros en las bolsas del mundo encienden los focos rojos de las grandes corporaciones, y los jugadores yanquis del mercado energético que apostaron al proyecto de Calderón para hacerse con el mercado mexicano no desearán perder más tiempo. Si el debate no se legitima con la participación ciudadana objetiva, difundida, y sobre todo AMPLIA, la parafernalia actual de cuarenta y tantos días no habrá servido de nada.
La evolución de la tasa de rendimiento de los CETES a 28 días en el último mes se dio como sigue: 7.74%, 7.75%, 7.76%... y 8.02% el día de hoy; se espera que este viernes 18 el Banco de México eleve la tasa objetivo de 7.75% a 8%, motivo que generó esta reacción de “salto” en el mercado de valores. De otra parte, el crudo finalmente cerró hoy en baja marginal en los mercados internacionales, con 4 dólares de menos; la eliminación de la restricción de exploraciones en las costas estadounidenses (otra medida matutina de Bush) surtió este efecto igualmente marginal, pero ni este anuncio ni las medidas publicadas para el rescate de las inmobiliarias Freddie Mac y Fannie Mae surtirán en realidad un efecto paliativo sustancial. Este artículo empezó bosquejando el plano financiero internacional, con el fin de comentar el panorama de afuera para entender cómo influye en nuestro país, con un clima político enrarecido por disputas ideológicas en torno al destino de PEMEX y viciado por esa “cortina de humo” que tan bien ha ocultado hasta ahora los detalles de la iniciativa. Atender el llamado de la conciencia ciudadana y ser los legítimos auditores de la "reforma" no cuesta nada; entregar gratis a una poderosa petrolera (la nuestra) para que los neoliberales de Calderón hagan fortuna nos costará invariablemente la prisión del subdesarrollo y el colonialismo económico.